¡Qué rabia dan las manos frías! Si es que no hay forma de que entren en calor, ¡ni dentro de casa ni nada! Y como ya no hay lumbre, ni brasero, ni casi podemos utilizar energía porque tenemos una de las más caras del planeta pues...¿qué hacemos?, ¿cómo nos calentamos las manos? Tranquilos que esto se arregla con un poco de energía nuclear. ¡Pues claro que es seguro!, no te preocupes que aquí abajo te explicamos cómo utilizar el producto.

Modo de empleo:

Inicialmente el contenido del interior del paquete estará en estado líquido. Presiona el disco de metal que está en su interior hasta que haga "clic". Entonces empezará el proceso de cristalización del acetato sódico. El líquido se solidificará y desprenderá su energía almacenada en forma de calor. Este calientamanos alcanza una temperatura más que agradable: ¡53 ºC! Para que puedas afrontar sin miedo hasta el más duro de los inviernos.

Para reutilizar tu calentador de bolsillo, tendrás que volverlo a cargar de energía. Para ello, pon agua a hervir en una olla e introduce el calentador dentro en cuanto entre en ebullición. Mantenlo así hasta que los cristales se tornen líquidos de nuevo (tardará entre 5 y 10 minutos). Asegúrate de que el calentador no se pegue al fondo de la olla: puedes utilizar, por ejemplo, una cuchara para evitarlo. En cuanto el calentador se enfríe, ¡quedará listo para ser usado de nuevo!

Advertencia: El paquetito calentador lleva metal en su interior, por eso, NUNCA deberá calentarse en el microondas.