Menuda ideaza para una serie, ¿verdad? Una especie de mini Yoda, que luego al final resulta que no es Yoda de bebé ni nada de nada (ups, perdón por el spoiler) convertido en objeto de deseo de los malos y que el Mandaloriano, que al final, final, resulta que no es Boba Fett (Dios, otro spoiler sin querer) sino otro mandaloriano distinto, decide proteger y…bueno, pues se tira la mayor parte de la serie sin hacer gran cosa, salvo comer sapos y emitir adorables soniditos, hasta que por fin, ya muy al final (aunque antes nos van dando algunos indicios), nos son revelados sus extraordinarios poderes (sí, otro spoiler más, aunque, a estas alturas, ya te habrás dado cuenta de que es adrede, xd). Este bebé glotón del que te hablamos es Grogu, y este producto, la huevera Grogu de El Mandaloriano (sí, podemos usar el nombre de la serie porque es un producto oficial). Esta guay, ¿verdad? Pues a por ella, que además incluye dos moldes para hacer ranitas.