Nada es cierto, todo está permitido. Decir que nada es cierto es darse cuenta de que los cimientos de la sociedad son frágiles [...]. Decir que todo está permitido es entender que somos los artífices de nuestras acciones [...] (Ezio Auditore da Firenze)

Assassin's Creed va de algo más que de asesinatos. El tema principal de esta serie de videojuegos es en realidad el libre albedrío: los templarios desean imponer sus creencias a otros suprimiendo la libre voluntad y la individualidad, y, paradójicamente, los asesinos luchan por la libertad. Esta lucha se centra en los Fragmentos del Edén, unos artefactos tecnológicamente muy avanzados diseñados por los Isu, la primera civilización del planeta. Con tales Fragmentos del Edén, como las Manzanas del Edén, se puede influir en el libre albedrío, lo cual los convierte en armas terribles de caer en manos de los templarios.

Así que, para evitarlo, es mucho mejor que tengas tú uno de esos Fragmentos en tu estantería y, además, que lo hagas en forma de sujetalibros con licencia oficial: el sujetalibros Manzana del Edén de Assassin's Creed. Chulísimo, ¿a que sí?: su diseño es de imitación de metal, lleva una Manzana del Edén que los libros parten en dos y su forma se inspira en el logotipo de Assassin’s Creed. Guay, ¿eh? ¡Ah!… y otra cosa chula más: también lleva escrita en inglés la conocida máxima del videojuego: “Nothing is true, everything is permitted”.